Fue en diciembre de 2019, cuando
corrí por última vez una maratón con dorsal, es decir hace aproximadamente 22
meses. Por aquel entonces fue en Valencia donde me enfrenté a la distancia
mítica de los 42 km y con un sabor agridulce con el resultado por aquello de
que a pesar de mi buen estado de forma, no pude cosechar el resultado que
esperaba por las molestias que arrastré desde el kilómetro 1.
En todo este tiempo de pandemia,
fue hace un año exactamente cuando me atreví a retar a la distancia. Fue aquí
en mi pueblo, solo y dando vueltas en la dehesilla de San Isidro con un buen
resultado final 2H54min.
Como conté en la última entrada,
fue en agosto de este año cuando me puse de nuevo un dorsal para competir, y
fue en la media maratón de Huelva. Seguidamente hice un par de 10 k, en
Valdebótoa y en Badajoz, en el mes de septiembre, y con resultados similares
bajando algo de 35 minutos. Pero la carrera de Badajoz, fue un punto de
inflexión en la preparación hacia la maratón, ya que unas molestias en la
rodilla me tuvieron dos semanas en el dique seco. Llevaba entrenando bien dos
meses, pero sin una maratón definida para correr aún por esas fechas, debido a
la suspensión de la maratón de Frankfurt, a la que estaba inscrito para final
de Octubre y con ese problemilla, ponía más en duda mi participación en
cualquier maratón. Y fue casi a finales de octubre, cuando con tres semanas
posterior al parón de entrenamientos, me apunté a la Maratón de Barcelona.
Venía con dos meses bastante buenos de entrenamientos antes del parón y luego a
pesar de perder un poco de forma, encadene 3 semanas consecutivas bastante
buenas. Eso sí, a diferencia de otras preparaciones aquí apenas hice series, si
algunas tiradas de 30 pero siempre entrenando ritmo muy aeróbico. A pesar de ello a Barcelona me presentaba con
mucho optimismo para obtener una marca decente y tenía claro que estaba echada
la raya en el 2:40 si todo iba bien.
Los días previos a la maratón en Barcelona, como siempre son espectaculares cada vez que visito la ciudad. Uno de los momentos mágicos de estos días, fue correr con Hugo los últimos 400 m de la maratón olímpica de Barcelona´92 con entrada por el túnel maratón del estadio Olímpico y correr junto por la pista de atletismo junto a la carrera breakfastrun que organizaba marató Barcelona el día previo a la carrera.
En Barcelona es fácil tener a la
mano todo lo que necesitas para la hidratación previa los 2 días anteriores y
con una buena carga de hidratos me iba bastante temprano el sábado a la cama
para poder afrontar el domingo los 42 km.
No tuve que madrugar mucho más
que no habitual en mí diariamente, siendo así poco antes de las 6:00 me estaba
tomando el desayuno en la habitación del hotel para partir a las 6:30 hacia la
salida. Llegué poco antes de las 7 y el día pintaba un poco regular por el
viento y el frío que hacía a esa hora. Con las medidas oportunas por el covid
en el guardarropa solo se podía entrar a depositar la bolsa, sin estar ni un
solo segundo más dentro del pabellón, por lo que la gente esperaba un poco a
última hora. Yo a pesar de ello, poco antes de las 8 ya me había entrado en el
cajón de salida, aparentemente sin nervios y muy tranquilo, la táctica era
fácil clara y escueta, a 19 minutos cada 5 km ritmo constante y tranquilo y los
últimos kilómetros aguantar como pudiera.
Se acerca el momento de la salida y después de 2 participaciones ya la Maratón de Barcelona siempre es emocionante escuchar “el Barcelona” de Freddie Mercury Montserrat Caballé, este año más si cabe, ya que fue interpretado por dos artistas a viva voz en la misma salida. La primera parte de la carrera es muy favorable y en la que me acomodo al ritmo estipulado sin sobrepasarme nada. En ningún momento fui viendo el ritmo de carrera tan solo el paso por cada ciertos kilómetros para no agobiarme por si iba rápido o lento, solo quería ir cómodo toda la carrera. El primer paso de 5 km lo clavo en 19 exacto y con la sensación de ir muy muy cómodo, cosa que debe ser así para sufrir lo menos posible en los kilómetros finales. Hasta ahí ya nos había pegado bastante el aire de cara y aunque es favorable todos esos kilómetros iba en mi pensamiento que podíamos pagarlo al final son kms por calles aún cercana a la salida, y con muchísimo público que incansable te animan.
El kilómetro 15 lo vuelvo a clavar en 19 igualmente sigo muy cómodo. A partir de ahí nos espera la avenida del Meridiano, un tramo de ida y vuelta que bajo mi punto de vista es lo peor de la Maratón de Barcelona. Y ahí en la ida sí que nos pegó el aire todo lo que quiso y un poquito más. Íbamos un grupo de unos 6 corredores que nos habíamos juntado poco antes del 10 y aunque nos si vamos alternando para tirar del grupo, el aire nos pegaba por todos lados. En la vuelta con el aire a favor y un poco favorable, todos deciden apretar el ritmo menos yo, que decido seguir a mi ritmo y cómodo y vuelvo a clavar otro 19 minutos en el cuarto 5k. El paso por la media lo hago 1h19min22seg, mas o menos dentro de lo esperado y con ello abandonamos la avenida al Meridiano y nos metemos en parte del mismo recorrido de la media Maratón de Barcelona, hasta llegar a la diagonal que también es un ida y vuelta por una gran avenida. Poco antes habíamos pasado el 25k, y en ese también me pase un poco de rosca haciéndolo en 18:30. Treinta segundos en un parcial de 5 km indica que he bajado 6 segundos cada kilómetro, es decir de en vez de 3:48, hacerlos a una media de 3:42, algo que me daba miedo para encarar la parte final y es ahí en la bajada de la diagonal cuándo empieza sentir mucha carga en los cuádriceps pero de respiración voy bastante bien. Desde el km 25 empiezo a calcular el tiempo que llevo que era una hora casi treinta y cuatro y lo que me falta para rondar el 2H40min, es decir tenía una hora 6 para hacer 17 km por lo que hay poco margen. En la bajada de la diagonal antes de girar a la derecha, se sitúa el kilómetro 30 y volvemos a clavar los 19 minutos, el muro ni lo veo literalmente, ya que tenían simulado un muro y lo vi luego en fotos. Voy muy bien pero no quiero arriesgar lo más mínimo y seguir siendo cauto. Pero es al salir la ronda litoral cuándo empieza a sentir un poco de bajón y decido aminorar el ritmo y seguir siendo cauto sin forzar. Hago algunos kilómetros rondando el tres cincuenta y algo, y aunque viene la parte final de la media maratón que es espectacular, pasando por la avenida Marina y posteriormente pasar corriendo debajo del Arco del Triunfo, momento sublimede la maratón.
En el kilómetro 35 he bajado el ritmo y lo paso en 19:20 es decir una media de 3:52 esos 5 km. Sigo calculando y tengo 28 minutos para hacer los siguientes siete y estaré rondando los 2H40min. Empieza la zona con más público ya que pasamos por la plaza de Cataluña y Colón con un trazado favorable, pero las piernas empiezan a pesar y me cuesta sacar los kilómetros por debajo de 4. Ahí ya no voy cómodo, pero sí que veo que tengo un poco de margen de mejora aún y de poder apretar, pero sigo quién siendo cauto y prefiero acabar con buenas sensaciones y no arriesgar ya que llevaba miedo de poder “petar” por cualquier calambre.
En el kilómetro 40 hago una media de 4 minutos el km es decir hago 20 minutos esos cinco aproximadamente, pero la meta está ahí ya. Es ahí cuando empiezo a apretar y echar todo lo que tengo y a pesar de no sacar una media muy buena en los últimos 2 km consigo clavar el reloj en 2h40min42seg, algo por lo que me doy satisfecho y acabo contento. La entrada en meta como siempre por la avenida María Cristina es espectacular con el fondo de Montjuic…Brutal.
Completo así me tercera Maratón de Barcelona, consiguiendo la mejor marca de las tres participaciones, y con una diferencia de 10 años con la anterior. El tramo hasta llegar a que me dieran la medalla, y creo que como mucho de todos nosotros cuando acabemos una maratón este año o el venidero, fue de muchos recuerdos… recordaba todo el mal que lo hemos pasado estos meses que llevamos de pandemia, pensaba en los seres queridos que se fueron, me emocionaba al pensar los suertudos que somos por seguir aquí y haciendo lo que nos gusta y sobre todo acabando satisfechos. Esta vez no me esperaba nadie en la meta, pero no me importaba, estaba feliz contento y orgulloso de como había gestionado mi carrera gracias a tanta experiencia con casi 30 participaciones en la distancia y 15 años corriendo ya la distacia. Muscularmente acabé bastante mal pero eso ya no importa ahora es cuestión de tiempo y empezar a pensar en la siguiente.
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