miércoles, 27 de marzo de 2019

No pongas para mí arroz, desde que es en marzo la maratón de Badajoz

He tardado varios días en querer escribir, y con ello volver a recordar la maratón del pasado domingo, pero fue un momento duro deportivamente hablando, ya que aunque no nos va la vida en esto y hay millones de cosas más importantes en ella por las que preocuparse, pero todos los que corréis y me leéis sabéis que es un jarro de agua fría lo ocurrido.

En el año 2012, se cambió de fecha la maratón de Badajoz de enero a marzo. Después de llevar 5 consecutivas desde 2007 a 2011, ese año un pinchazo en los isquiotibiales me quedaba fuera de ella a falta pocos días de la única maratón de Extremadura. No era el primer problema que tenía en esa zona muscular , ya que en 2008 también los tuve justo también en marzo. Me dio rabia, mucha rabia, no poder participar ese año, que deportivamente fue mi mejor año y cuando mejor he estado de forma con tiempos de 1:10 en media y 2:31 en maratón.

El año siguiente,2013, algo parecido, ya que llegando al km 19 en la media de Mérida, un pinchazo parecido en la misma zona. Ese año aunque me la tuve que tomar un poco más tranquilo, mermó la marca que esperaba y con varias paradas en el recorrido.

En 2014 me retiraba en el km32. La cabeza me jugó mala pasada y sin problemas aparentemente decidí no acabar .

En 2015 una periostitis me apartaba de volver a participar 1 semana antes de la prueba.

En 2016 decido no apuntarme y hacer montaña por los últimos precedentes.

En 2017 es la excepción que confirma la regla, una corta preparación me da un crono de 2:39 y genial.

La edición del año pasado me la pierdo por lesión también de la rodilla.

Este año me la puse como objetivo. Es la maratón de casa, no gusta a nadie su recorrido, pero es en Badajoz es mi tierra y a mi "me pone".

Cómo llevo dos años haciendo, me involucro con el club atletismo Santa Marta y formamos un equipo, un muy buen equipo, 22 exactamente, 11 para maratón y 11 para la media, algo que me enorgullece, ya que eramos uno de los clubes más numerosos con el club tan humilde que somos, pero ahí estábamos para apoyar esta prueba que se merece el apoyo de más corredores. Comenzamos con duros entrenamientos desde primero de año junto con la base que traemos de valdigüelo.

Soy de los que piensa que preparando una maratón hay que competir, con más o menos exigencias, pero hay que competir yendo a carreras. Y yo así lo hice, aunque el último mes después de la maratón de Sevilla, ninguna cuadró.

Mi estado de forma era bueno, estaba entrenando como hace años, muy cómodo y sin agobios ni presión . Pero llegó marzo, el temido mes de la maratón y ahí empezaron los isquiotibiales a decir aquí estoy yo.

El pasado 14 de este mes hice mi último entrenamiento, casi 20 km con 5*2km a 3:40 y una pequeña molestia empezó a rondar por el bíceps femoral izquierdo. Casualidad que al día siguiente tenía una revisión de la rodilla y tras una exploración en esa molestia me detectan un desprendimiento de fibras. Por lo que dejo el tratamiento de la rodilla y nos centramos atrás. Han sido 10 días de reposo, tratamiento, pinchazos de "potingues"de recuperadores...y bueno a la maratón de Badajoz que me presentaba sin rastro aparente de la molestia.


Después de parar 10 días , ya no confiaba en mi estado de forma, pero si tenía garantías de que si no me daban la lata los isquiotibiales, podría ayudar al equipo decentemente aunque sin la marca entrenada.

Me sitúo en la salida junto a algunos compañeros de mi equipo e intentar ir con ellos los primeros kilómetros a cuatro e ir viendo como voy. Nada más dar la salida a unos 5 metros no me doy cuenta de que hay un salto de reducir velocidad de los coches, tengo un traspié sin caída, y en el estiramiento de la pierna me rompo atrás,  fin de la maratón.

Esta es la triste historia que me paso en la maratón de este año en Badajoz, poco más de 5 mtrs, poco más de dos suspiros, poco más de 2 braceos, poco más 2 zancadas... Me aparte para un lado y no sabía ni qué pensar, estire pensando que se me podía pasar y comenzar la carrera un poco después pero nada, me había pillado bien... Me coloco sobre una barandilla mirando el río, lloro, me cabreo, me da rabia, pienso, pego patadas al aire, puñetazos al hormigón... 3 meses de trabajo y no me da tiempo de ver hasta dónde puedo llegar. Desde allí observé la marea de corredores que salía en la media maratón ya que salía 15 minutos después. Tanto era mi afán por correr que volví a estirar, volví a intentarlo, me di masajes,  intentaba meter los dedos en la pierna, me quedaba el consuelo de hacer la media... pero nada imposible correr.  Ni me acerco a despedir a mis amigos y compañeros. Me voy al coche con lágrimas de cabreo de rabia. Sé que esto podía pasar, pero jolín!!! no a 5 metros, que me hubiera pasado en el kilómetro 30...y que me hubiera ido dando cuenta poco a poco, pero no de golpe y porrazo sin poder tener margen a poder parar y que no fuera a males mayores. Pero estaba solo mirando el margen derecho del Guadiana, enrabietado por fallarle a mi equipo, enrabietado por perder tanto tiempo entrenando sin tener una posibilidad de poder demostrar a donde podía llegar y sacar brillo a todos esos entrenamientos. Pero bueno esto es parte del juego. Eso sí aquí abajo lo único que me queda es coger fuerza para impulsar me más fuerte.