martes, 4 de junio de 2019

Crónica de la ASICS Maratón de Estocolmo

Una vez pasada la maratón de Badajoz, y con cuatro semanas de parón obligado por la rotura fibrilar, tocaba empezar a preparar desde cero la Asics Maratón de Estocolmo. El estado de forma lo había perdido completamente y después de esas 4 semanas, más en los 10 días previos a la maratón que también estuve sin entrenar, empecé como aquel que dice caminando y corriendo media hora con muchas molestias aún en los isquiotibiales de la pierna izquierda.

La progresión de los entrenamientos era demasiado ascendente, cosa que debía de ser así si quería llegar medianamente bien y con garantías de completar la Asics Maratón de Estocolmo. A primeros de mayo y, a 4 semanas vista para la maratón, estaba inscrito a la media maratón de Puebla de la Calzada, en la cual a partir del kilómetro 16, la tuve que hacer a un ritmo casi andando porque me dio otro pinchazo en la misma pierna. Esta vez no fue rotura pero si quedó otra vez bastante dañado el músculo y casi que tuve que parar y empezar de nuevo. A las 2 semanas, en el cross de la batalla de La Albuera,  no fue pinchazo pero sí una molestia continua en el músculo del plexo nervioso que no me dejaba correr  con normalidad; igualmente hice una carrera mediocre sin forzar más de la cuenta y desde ahí, eran dos las semanas que quedaban para la Maratón  y con muy poco margen de poder entrenar medianamente para el objetivo que no era otro que la de acabar la maratón.

Fueron apenas 300 km los que realicé en estas seis semanas de entrenamiento. Algo muy "ridículo" partiendo de lo que se necesita para la preparación de una maratón, y con  el hándicap de que la pierna no estaba al 100%. Los problemas de la espalda de la L5-S1 se reflejan en la pierna y la tensión era continua y no me dejaba correr bien.

La Asics maratón de Estocolmo se celebraba el día 1 de junio, sábado al mediodía. Ni me la había preparado físicamente, ni mentalmente, ni "alimenticiamente"; era un desastre total, pero aún así tenía confianza de acabarla. Apenas me hidraté el día previo,  apenas comí como me gusta los días anteriores, apenas me cuidé como me gusta, pero tenía confianza en acabarla  cuya única manera era ir a un ritmo muy por debajo de mis posibilidades, un ritmo que fuera cómodo, pero sin alargar demasiado el tiempo final para no darle un excesivo desgaste al músculo y poder tener problemas musculares.


 Desde el jueves que cogí el dorsal, me empezó a parecer una maratón espectacular, tanto por ambiente, como participantes, como por organización,  como por todo... Esta era mi décima participación en una Maratón Internacional y a pesar de no ir preparado como quisiera, estaba súper ilusionado y con muchas ganas de comenzar la carrera. Los 2 días previos a la carrera, visité la ciudad, y superó mis expectativas depositadas en lo espectacular que era Estocolmo. Me encantó y  mi ilusión creció por participar y recorrer esas avenidas anchas e interminables, mirar esos edificios preciosos dando zancadas y poder disfrutar haciendo una de las cosas que más me gustan por lugares emblemáticos. 

Ya el sábado, me levantado bastante temprano y me daba un paseo por la antigua ciudad, Gamla Stam antes de acercarme a la zona de la carrera. El ambiente previo era espectacular y con una organización perfecta, hacía presagiar una buena carrera. En la salida estaba situado en el cajón B, el segundo detrás de la élite. En este cajón se situaba el globo de las 3 horas y pensé que era buena referencia para ir a un ritmo cómodo y no demorarme mucho en el tiempo en la carrera. Los 10 minutos previos a la carrera fueron espectaculares música en directo, fuegos artificiales ,música motivadora, mucha animación...todo esto hizo que me emocionara y se me saltan las lágrimas ya que pensaba que estaba allí de nuevo,  solo,  situado en la salida de una maratón nuevamente después de todos los obstáculos que he tenido que superar, pero allí estaba dispuesto a disfrutarlo al máximo cada kilómetro.

Se da la salida y voy mirando el suelo como el que va buscando dinero, para no pegar ningún traspié como en Badajoz y echar a  perder la carrera.  Voy despacio y me empiezan a adelantar muchísimos corredores, pero no me importa, hago los primeros kilómetros bastante cómodos en torno a 4:15 4:20 la media. Ya en los primeros 5 km(puesto 475) se cumplieron las expectativas de que iba a ser una carrera espectacular, especial y muy emocionante. Una vez más corría con mi camiseta JOMA de España, ya que me aumenta mucho la adrenalina esos ánimos que te dan los españoles que visitan ese país y los extranjeros, que al identificarte con un país alegre y divertido, también te animan más con el típico "Viva Espana". Es algo que recomiendo a todo español que haga una carrera internacional.


A partir del kilómetro 5 empiezo a coger un ritmo aproximadamente de 4 minutos el kilómetro empiezo a adelantar corredores sigo muy cómodo, pero el ritmo aumenta sin darme cuenta y me tengo que controlar muchísimas veces para no ponerme a correr a 3:40/3:45 ya que creo que no aguantaría ese ritmo toda la carrera. Empezamos a pasar por lugares emblemáticos, zonas con mucha animación de  público enfurecido animando sin parar... Me lo estoy pasando pipa corriendo por una ciudad que me ha impresionado. Llegado al kilómetro 10 (puesto 323) lo paso un poco más de 41 minutos y voy muy cómodo y nada de molestias, algo que me parecía sorprendente.


Mi ritmo sigue constante, en torno a 4 minutos el kilómetro y sigo adelantando montones de corredores ( km 15 puesto 287) que me van dando ese aliciente de ir superándolos poquito a poco. La media maratón (puesto 246) la hacemos en la isla de Djurgárden al lado de Skansen, parque y museo al aire libre que habíamos visitado el día antes que me encantó, 1H26MIN es el registro. A partir de ahí volvemos a adentrarnos en el corazón de la ciudad,zona que me ha enamorado por sus vistas, por sus edificios, por sus acogedores y entrañables rincones que tiene esta preciosa ciudad. A partir de ahí nos desplazamos a la isla de Sodermalm donde recorremos unos 10 km desde el km 25 al 35 y  nos meten algunas cuestecillas en las que el ritmo baja considerablemente y hago parciales un poco más lento, en torno a 4:30  y en las que incluso algunos corredores se ponían a andarlas (desnivel positivo final +380mtrs). Después de cruzar un puente sobre el km 35(puesto 193), sigo a un ritmo constante y ni me lo creo.
En la parte final,  de nuevo volvemos al corazón de la ciudad, que a pesar de ser el tercer paso por esta zona, se hacía muy ameno y divertido por la animación de la organización allí dispuesta y por la masiva presencia de público que con su ánimo y su aliento era más llevadero en esta parte final, todo para llegar al estadio olímpico. La parte final fue emocionante ya me veía acabando la maratón y estaba muy contento por poder lograrla, aunque los 3-4 kms finales salió a relucir la falta de entrenamientos y me costaron bastante. Ya dentro del estadio y en la contra recta de meta, saltan las alarmas justo pasar el kilómetro 42 tengo un calambre en los isquiotibiales que me hacen parar y tener que estirar para poder seguir, pero la sonrisa ya no me lo quitaba nadie, por que aunque fuera a pata coja sabía que ya lo iba a acabar. Apreté la parte alta del muslo con el dedo y pude correr hasta que lo solté para entrar como en los brazos en alto como se merece una maratón de esta envergadura.
  
Un registro de 2H55MIN46SEG(puesto 195) algo que hubiera firmado hasta el día antes en la prueba por inseguridad y la poca confianza que tenía del aguante muscular.

Con esto acabo la temporada. Ahora toca recuperar regenerar descansar.... ilusionarnos si aún cabe más con Valencia, una nueva maratón nos espera vamos a por ella.