miércoles, 4 de diciembre de 2019

Crónica Maratón de Valencia

Una maratón se comienza a preparar, dicen los entendidos, unos 3 meses antes, pero esta de Valencia, la he empezado a preparar con mucha más antelación. Una vez acabada la maratón de Estocolmo y con su descanso correspondiente, me metí en la dinámica de entrenar dos meses y medio, casi tres, sin presión, sin series y solo cogiendo fondo y una fortaleza en las piernas para que aguantaran el entrenamiento que una maratón requiere. Tan solo con eso, los ritmos iban saliendo y metiendo  alguna tiradita larga que otra de más de 20 km. A falta de varios meses para la maratón la cosa pintaba bien.

No fue esta preparación una  con muchas competiciones,  ya que he intentado seleccionar mucho dónde y cómo asistir. La primera carrera que asistí fue a primero de agosto a Villar del Rey. En Septiembre corrí en La Torre y ya metido en preparación especifica, hice en octubre la media maratón de Badajoz Elvas  y para acabar en noviembre con los 10 km del cáncer de Badajoz y Elvas Badajoz. Pocas competiciones para lo que yo acostumbro, pero queríamos preparar bien Valencia. Pasado Valdigüelo me había puesto manos a la obra,  eran diez semanas de entrenamiento específica las que tenía por delante para prepararlo. Todo el entrenamiento lo he hecho junto a Víctor Parra, ayudándonos mutuamente con los madrugones, los kilómetros, y las épocas flacas que tirábamos uno de otro. Juntos hemos entrenado a unos ritmos buenos, sacando de nosotros lo que nos proponíamos semana a semana. A falta de dos semanas  de Valencia, teníamos el test en la media maratón Elvas Badajoz en las que sacamos un buen registro de 1 13,36, contento y ya sólo quedaban dos semanas para recuperar este esfuerzo y afrontar los 42 km.

La aventura de Valencia comenzó el viernes al mediodía  unos 700 kms de risas compartidas con Victor y tres Valdigrejas con lo que se hizo el viaje muy ameno y llevadero y siempre en contacto con otro coche de cuatro compañeros más que viajábamos juntos. Ya el sábado pasamos por Valencia visitando la feria del corredor y la ciudad. La risas y el buen rollo fue la tónica general del grupo durante todo el día y después de dar un paseo por la Malvarrosa, nos íbamos a acostar para el domingo levantarnos temprano para la gran cita.

En esta ocasión me había cuidado mucho más en todo que en otras ocasiones, alimentación con una perdida de peso idónea, entrenamientos disciplinados,  descanso...
Y la gran cita daba comienzo a las 8:30 de la mañana. Víctor Parra, Alberto Gazapo y yo comenzábamos a retar a Filípides juntos, cuando un poco antes del kilómetro 1 una inesperada tensión en el glúteo derecho me empieza a impedir dar zancadas con normalidad. Los fantasmas de Badajoz vuelven a mi cabeza, me los quiero quitar del medio pero es algo real lo que me obliga a pararme pasado el kilómetro 2. En ese momento me había tirado en el suelo, estirando, viendo cómo pasaba todo el mundo y con el hotel a menos de 100 metros... me pasan por mi cabeza mil cosas pero después de unos 30 o 40 segundos de estiramientos vuelvo a arrancar y comienzo mi particular carrera de nuevo. Adapto un ritmo improvisado un poco alto para dar alcance a Víctor y Alberto y me pongo a su altura poco antes del kilómetro 4. La molestia persiste, es menor, pero ahí está. No quiero pensar pero me noto como cojeo y la zancada no es un regular. No entendía a que venia ese bloqueo en esa zona, cuando nunca he tenido la más mínima molestia. Pasamos el kilómetro 4 en el tiempo estipulado y llegando al km 5 la molestia se acentúa hasta tal punto que me queda bloqueada la pierna y me tengo que volver a parar. En ese punto ya mi enfado era monumental, lanzó la botella de hipotónico sin haberla tomado, me vuelvo a tirar al suelo pero la molestia o la tensión ahí sigue instalada no me deja ni andar con regularidad y decido irme para atrás y esperar a mi grupo de Badajoz para acabarla con ellos. Se me empiezan a saltar las lágrimas... Tantos cuidados, tantos entrenos.. para esto, otra vez la misma canción que en Badajoz. El público me ofrece su ayuda me vuelvo a lanzar al suelo vuelvo a "requetestirar" y lo vuelvo a intentar de nuevo perdiendo en torno a 2 minutos. Empiezo poco a poco y parecía que tenía otra pinta el glúteo  o el piramidal o lo que quiera que fuera que sea, y pronto me pongo al ritmo de carrera planificado. A la altura del kilómetro 7 veo a Víctor en el vaivén de la calle de ese trayecto. Calculo que me llevan algo más de minuto y medio.
Empiezo a correr normal adelantando a muchos corredores ya que adapto un ritmo de 3:37/3:40. Ese ritmo no era el planificado pero sé que estaba para correr a esos ritmos. La molestia sigue ahí pero a diferencia que al principio la zancada es regular y me deja correr. Los kilómetros siguen pasando con mi única obsesión de enganchar con ellos dos para poder acabar la carrera juntos y así ayudarnos unos a otros. El recorrido sigue siendo espectacular para correr, con mucho público, buen ambiente, muy buen clima, pero el miedo a no acabar la me recorre por todo el cuerpo en cada zancada que doy y ese "perro agarrado" sigue ahí instalado, con el temor de que fuera a más. Los parciales estaban planificados a 15 min los 4km, realizo tres parciales en poco más de 14 30, pero aún así no les doy alcance. Llegado a la media maratón la paso en 1:19:43, lo que me hace pensar de que va a ser muy difícil darles alcance y decido ponerme en el modo 3:45min/km que era lo planificado. Sigo pasando km adelantando gente con un ritmo de crucero en el que cada vez me siento más cómodo y por momentos la molestia desaparece. Llegados al kilómetro 25 , una vez dejamos atrás la Ciudad de las ciencias y las artes, la molestia se vuelve acentuar un poco más, pero ni mucho menos como al principio. Desde ahí hasta meta paré alguna vez en los pivotes de las acera para presionar el glúteo y aliviar un poco. Sigo corriendo con tranquilidad y mucha calma y siempre calculando el ritmo medio del kilómetro para acercarme a las 2 horas 40 min. En el kilómetro 32 llevaba más de 2 horas 2 minutos, lo que me hacía pensar que en los siguientes 10 km 195 mtrs  los tendría que hacer algo menos de 38min para poder bajar de las 2 horas 40 minutos siendo un ritmo medio te 3:40 cosa que no veía factible en la parte final de la carrera. Siendo así decido seguir con calma y plantearme otro objetivo para no desanimarme y tirar una marca medianamente decente que aún podía conseguir. Llevo años intentando bajar en Maratón, como ya he comentado en otras publicaciones, la marca de 2 horas y mis años, es decir el pasado mes de octubre cumplía 44 por lo que me conformaría en este año de bajar de 2 horas 44. Empecé a calcular y adaptar la velocidad para conseguir esa marca. La parte final de la carrera es muy agradable y llevaba un correr fácil,con fatiga evidente de haber forzado un poco más después de el estiramiento del km5. Empiezo a hacer kilómetros a 3:50/3:55 y la última parte de la maratón ronda los 4min/km.
Los últimos 2 km fueron espectaculares de público y la parte final muy emocionante. Me había visto fuera de la maratón, sin poder acabarla, con una preparación sin sentido, con un tiempo dedicado en el que no iba a ver resultados, pero ya si, ya me veía finalizándola que era lo importante, el tiempo ya hace muchos años que es lo que menos me importa, pero si me importa acabar. Y ahí estaba yo, en la entrada impresionante de la Ciudad de las ciencias y las artes de Valencia con los brazos levantados acabando mi 29 maratón, con un tiempo final de 2 horas 42 minutos 23 segundos, que aunque con un sabor agridulce siempre hay que estar contento por derrotar a Filípides, y más como se puso el asunto al principio.

El resto del día, al igual que los días previos, con mis compañeros de Badajoz y Víctor habían sido espectaculares, muchas risas, mucha distracción, nada de hablar de carrera, merece la pena viajar así. Y no podía ser de otra manera, que al acabar una maratón en Valencia nos metiéramos entre pecho y espalda una paella impresionante, que volveré a repetir si vuelvo por la zona. A partir de ahí nos tocaban siete-ocho horas de viaje en las que volvíamos todos contentos ya que todos habíamos cumplido nuestros objetivos en los 42 km, de nuevo muchas risas y mucho spotyfy.

Ahora toca reciclar descansar y empezar con el nuevo proyecto, que en cinco meses nos espera  Praga, aunque lo mismo antes surge algo más...


martes, 4 de junio de 2019

Crónica de la ASICS Maratón de Estocolmo

Una vez pasada la maratón de Badajoz, y con cuatro semanas de parón obligado por la rotura fibrilar, tocaba empezar a preparar desde cero la Asics Maratón de Estocolmo. El estado de forma lo había perdido completamente y después de esas 4 semanas, más en los 10 días previos a la maratón que también estuve sin entrenar, empecé como aquel que dice caminando y corriendo media hora con muchas molestias aún en los isquiotibiales de la pierna izquierda.

La progresión de los entrenamientos era demasiado ascendente, cosa que debía de ser así si quería llegar medianamente bien y con garantías de completar la Asics Maratón de Estocolmo. A primeros de mayo y, a 4 semanas vista para la maratón, estaba inscrito a la media maratón de Puebla de la Calzada, en la cual a partir del kilómetro 16, la tuve que hacer a un ritmo casi andando porque me dio otro pinchazo en la misma pierna. Esta vez no fue rotura pero si quedó otra vez bastante dañado el músculo y casi que tuve que parar y empezar de nuevo. A las 2 semanas, en el cross de la batalla de La Albuera,  no fue pinchazo pero sí una molestia continua en el músculo del plexo nervioso que no me dejaba correr  con normalidad; igualmente hice una carrera mediocre sin forzar más de la cuenta y desde ahí, eran dos las semanas que quedaban para la Maratón  y con muy poco margen de poder entrenar medianamente para el objetivo que no era otro que la de acabar la maratón.

Fueron apenas 300 km los que realicé en estas seis semanas de entrenamiento. Algo muy "ridículo" partiendo de lo que se necesita para la preparación de una maratón, y con  el hándicap de que la pierna no estaba al 100%. Los problemas de la espalda de la L5-S1 se reflejan en la pierna y la tensión era continua y no me dejaba correr bien.

La Asics maratón de Estocolmo se celebraba el día 1 de junio, sábado al mediodía. Ni me la había preparado físicamente, ni mentalmente, ni "alimenticiamente"; era un desastre total, pero aún así tenía confianza de acabarla. Apenas me hidraté el día previo,  apenas comí como me gusta los días anteriores, apenas me cuidé como me gusta, pero tenía confianza en acabarla  cuya única manera era ir a un ritmo muy por debajo de mis posibilidades, un ritmo que fuera cómodo, pero sin alargar demasiado el tiempo final para no darle un excesivo desgaste al músculo y poder tener problemas musculares.


 Desde el jueves que cogí el dorsal, me empezó a parecer una maratón espectacular, tanto por ambiente, como participantes, como por organización,  como por todo... Esta era mi décima participación en una Maratón Internacional y a pesar de no ir preparado como quisiera, estaba súper ilusionado y con muchas ganas de comenzar la carrera. Los 2 días previos a la carrera, visité la ciudad, y superó mis expectativas depositadas en lo espectacular que era Estocolmo. Me encantó y  mi ilusión creció por participar y recorrer esas avenidas anchas e interminables, mirar esos edificios preciosos dando zancadas y poder disfrutar haciendo una de las cosas que más me gustan por lugares emblemáticos. 

Ya el sábado, me levantado bastante temprano y me daba un paseo por la antigua ciudad, Gamla Stam antes de acercarme a la zona de la carrera. El ambiente previo era espectacular y con una organización perfecta, hacía presagiar una buena carrera. En la salida estaba situado en el cajón B, el segundo detrás de la élite. En este cajón se situaba el globo de las 3 horas y pensé que era buena referencia para ir a un ritmo cómodo y no demorarme mucho en el tiempo en la carrera. Los 10 minutos previos a la carrera fueron espectaculares música en directo, fuegos artificiales ,música motivadora, mucha animación...todo esto hizo que me emocionara y se me saltan las lágrimas ya que pensaba que estaba allí de nuevo,  solo,  situado en la salida de una maratón nuevamente después de todos los obstáculos que he tenido que superar, pero allí estaba dispuesto a disfrutarlo al máximo cada kilómetro.

Se da la salida y voy mirando el suelo como el que va buscando dinero, para no pegar ningún traspié como en Badajoz y echar a  perder la carrera.  Voy despacio y me empiezan a adelantar muchísimos corredores, pero no me importa, hago los primeros kilómetros bastante cómodos en torno a 4:15 4:20 la media. Ya en los primeros 5 km(puesto 475) se cumplieron las expectativas de que iba a ser una carrera espectacular, especial y muy emocionante. Una vez más corría con mi camiseta JOMA de España, ya que me aumenta mucho la adrenalina esos ánimos que te dan los españoles que visitan ese país y los extranjeros, que al identificarte con un país alegre y divertido, también te animan más con el típico "Viva Espana". Es algo que recomiendo a todo español que haga una carrera internacional.


A partir del kilómetro 5 empiezo a coger un ritmo aproximadamente de 4 minutos el kilómetro empiezo a adelantar corredores sigo muy cómodo, pero el ritmo aumenta sin darme cuenta y me tengo que controlar muchísimas veces para no ponerme a correr a 3:40/3:45 ya que creo que no aguantaría ese ritmo toda la carrera. Empezamos a pasar por lugares emblemáticos, zonas con mucha animación de  público enfurecido animando sin parar... Me lo estoy pasando pipa corriendo por una ciudad que me ha impresionado. Llegado al kilómetro 10 (puesto 323) lo paso un poco más de 41 minutos y voy muy cómodo y nada de molestias, algo que me parecía sorprendente.


Mi ritmo sigue constante, en torno a 4 minutos el kilómetro y sigo adelantando montones de corredores ( km 15 puesto 287) que me van dando ese aliciente de ir superándolos poquito a poco. La media maratón (puesto 246) la hacemos en la isla de Djurgárden al lado de Skansen, parque y museo al aire libre que habíamos visitado el día antes que me encantó, 1H26MIN es el registro. A partir de ahí volvemos a adentrarnos en el corazón de la ciudad,zona que me ha enamorado por sus vistas, por sus edificios, por sus acogedores y entrañables rincones que tiene esta preciosa ciudad. A partir de ahí nos desplazamos a la isla de Sodermalm donde recorremos unos 10 km desde el km 25 al 35 y  nos meten algunas cuestecillas en las que el ritmo baja considerablemente y hago parciales un poco más lento, en torno a 4:30  y en las que incluso algunos corredores se ponían a andarlas (desnivel positivo final +380mtrs). Después de cruzar un puente sobre el km 35(puesto 193), sigo a un ritmo constante y ni me lo creo.
En la parte final,  de nuevo volvemos al corazón de la ciudad, que a pesar de ser el tercer paso por esta zona, se hacía muy ameno y divertido por la animación de la organización allí dispuesta y por la masiva presencia de público que con su ánimo y su aliento era más llevadero en esta parte final, todo para llegar al estadio olímpico. La parte final fue emocionante ya me veía acabando la maratón y estaba muy contento por poder lograrla, aunque los 3-4 kms finales salió a relucir la falta de entrenamientos y me costaron bastante. Ya dentro del estadio y en la contra recta de meta, saltan las alarmas justo pasar el kilómetro 42 tengo un calambre en los isquiotibiales que me hacen parar y tener que estirar para poder seguir, pero la sonrisa ya no me lo quitaba nadie, por que aunque fuera a pata coja sabía que ya lo iba a acabar. Apreté la parte alta del muslo con el dedo y pude correr hasta que lo solté para entrar como en los brazos en alto como se merece una maratón de esta envergadura.
  
Un registro de 2H55MIN46SEG(puesto 195) algo que hubiera firmado hasta el día antes en la prueba por inseguridad y la poca confianza que tenía del aguante muscular.

Con esto acabo la temporada. Ahora toca recuperar regenerar descansar.... ilusionarnos si aún cabe más con Valencia, una nueva maratón nos espera vamos a por ella.


miércoles, 27 de marzo de 2019

No pongas para mí arroz, desde que es en marzo la maratón de Badajoz

He tardado varios días en querer escribir, y con ello volver a recordar la maratón del pasado domingo, pero fue un momento duro deportivamente hablando, ya que aunque no nos va la vida en esto y hay millones de cosas más importantes en ella por las que preocuparse, pero todos los que corréis y me leéis sabéis que es un jarro de agua fría lo ocurrido.

En el año 2012, se cambió de fecha la maratón de Badajoz de enero a marzo. Después de llevar 5 consecutivas desde 2007 a 2011, ese año un pinchazo en los isquiotibiales me quedaba fuera de ella a falta pocos días de la única maratón de Extremadura. No era el primer problema que tenía en esa zona muscular , ya que en 2008 también los tuve justo también en marzo. Me dio rabia, mucha rabia, no poder participar ese año, que deportivamente fue mi mejor año y cuando mejor he estado de forma con tiempos de 1:10 en media y 2:31 en maratón.

El año siguiente,2013, algo parecido, ya que llegando al km 19 en la media de Mérida, un pinchazo parecido en la misma zona. Ese año aunque me la tuve que tomar un poco más tranquilo, mermó la marca que esperaba y con varias paradas en el recorrido.

En 2014 me retiraba en el km32. La cabeza me jugó mala pasada y sin problemas aparentemente decidí no acabar .

En 2015 una periostitis me apartaba de volver a participar 1 semana antes de la prueba.

En 2016 decido no apuntarme y hacer montaña por los últimos precedentes.

En 2017 es la excepción que confirma la regla, una corta preparación me da un crono de 2:39 y genial.

La edición del año pasado me la pierdo por lesión también de la rodilla.

Este año me la puse como objetivo. Es la maratón de casa, no gusta a nadie su recorrido, pero es en Badajoz es mi tierra y a mi "me pone".

Cómo llevo dos años haciendo, me involucro con el club atletismo Santa Marta y formamos un equipo, un muy buen equipo, 22 exactamente, 11 para maratón y 11 para la media, algo que me enorgullece, ya que eramos uno de los clubes más numerosos con el club tan humilde que somos, pero ahí estábamos para apoyar esta prueba que se merece el apoyo de más corredores. Comenzamos con duros entrenamientos desde primero de año junto con la base que traemos de valdigüelo.

Soy de los que piensa que preparando una maratón hay que competir, con más o menos exigencias, pero hay que competir yendo a carreras. Y yo así lo hice, aunque el último mes después de la maratón de Sevilla, ninguna cuadró.

Mi estado de forma era bueno, estaba entrenando como hace años, muy cómodo y sin agobios ni presión . Pero llegó marzo, el temido mes de la maratón y ahí empezaron los isquiotibiales a decir aquí estoy yo.

El pasado 14 de este mes hice mi último entrenamiento, casi 20 km con 5*2km a 3:40 y una pequeña molestia empezó a rondar por el bíceps femoral izquierdo. Casualidad que al día siguiente tenía una revisión de la rodilla y tras una exploración en esa molestia me detectan un desprendimiento de fibras. Por lo que dejo el tratamiento de la rodilla y nos centramos atrás. Han sido 10 días de reposo, tratamiento, pinchazos de "potingues"de recuperadores...y bueno a la maratón de Badajoz que me presentaba sin rastro aparente de la molestia.


Después de parar 10 días , ya no confiaba en mi estado de forma, pero si tenía garantías de que si no me daban la lata los isquiotibiales, podría ayudar al equipo decentemente aunque sin la marca entrenada.

Me sitúo en la salida junto a algunos compañeros de mi equipo e intentar ir con ellos los primeros kilómetros a cuatro e ir viendo como voy. Nada más dar la salida a unos 5 metros no me doy cuenta de que hay un salto de reducir velocidad de los coches, tengo un traspié sin caída, y en el estiramiento de la pierna me rompo atrás,  fin de la maratón.

Esta es la triste historia que me paso en la maratón de este año en Badajoz, poco más de 5 mtrs, poco más de dos suspiros, poco más de 2 braceos, poco más 2 zancadas... Me aparte para un lado y no sabía ni qué pensar, estire pensando que se me podía pasar y comenzar la carrera un poco después pero nada, me había pillado bien... Me coloco sobre una barandilla mirando el río, lloro, me cabreo, me da rabia, pienso, pego patadas al aire, puñetazos al hormigón... 3 meses de trabajo y no me da tiempo de ver hasta dónde puedo llegar. Desde allí observé la marea de corredores que salía en la media maratón ya que salía 15 minutos después. Tanto era mi afán por correr que volví a estirar, volví a intentarlo, me di masajes,  intentaba meter los dedos en la pierna, me quedaba el consuelo de hacer la media... pero nada imposible correr.  Ni me acerco a despedir a mis amigos y compañeros. Me voy al coche con lágrimas de cabreo de rabia. Sé que esto podía pasar, pero jolín!!! no a 5 metros, que me hubiera pasado en el kilómetro 30...y que me hubiera ido dando cuenta poco a poco, pero no de golpe y porrazo sin poder tener margen a poder parar y que no fuera a males mayores. Pero estaba solo mirando el margen derecho del Guadiana, enrabietado por fallarle a mi equipo, enrabietado por perder tanto tiempo entrenando sin tener una posibilidad de poder demostrar a donde podía llegar y sacar brillo a todos esos entrenamientos. Pero bueno esto es parte del juego. Eso sí aquí abajo lo único que me queda es coger fuerza para impulsar me más fuerte.

martes, 19 de febrero de 2019

Maratón de Sevilla 2019.- No hay mal que por bien no venga.

El pasado viernes se llevaba a cabo una noticia que ninguno de los que estamos colaborando organizando y ayudando para la celebración del IV Trail Sierra María Andrés de La Parra queríamos y fue la suspensión con el aplazamiento de dicha carrera por no tener los permisos adecuados para poder estar en la FEXME y poderse celebrar con normalidad una prueba de montaña. Todos nos llevamos un buen palo, un disgusto y una desilusión. Por mi parte me quedó bloqueado, no me esperaba eso en absoluto y hasta última hora tenía la esperanza de que los papeles nos los pudieran tramitar por parte de la Junta de Extremadura y de tráfico, pero no fue así y como digo antes me llevé un gran disgusto que me quedó muy tocado al tener siempre gran ilusión en la organización de esta carrera.

Todo esto ocurrió al mediodía del viernes y fue por la tarde en Mi tienda cuando se acercó mi compañero y amigo Jose Mari Nieto, que me comentaba de que él iba a la Maratón de Sevilla por un compañero y le comentaba la posibilidad de que si me hiciera de un dorsal, pues no me importaría ir a entrenar y a reciclarme un poco del disgusto que me había tomado. Al rato mi amiga y compañera de Valdigrejos Marian, me llama por teléfono para mandarme ánimos por lo ocurrido, ya que sabe cómo soy y como me tomo las cosas, y me dice la palabra mágica "nada es por casualidad". Por la noche tuvimos de nuevo una reunión en La Parra fue allí donde se calmaron un poco los ánimos  de todos, nos intentamos animar unos a otros y intentamos tirar para adelante con la nueva fecha propuesta por la FEXME, para el día 10 de marzo.

Ya el sábado por la mañana con el mismo disgusto pero en un modo más tranquilo empiezo a pensar la posibilidad real de pedirle el dorsal a mi amigo y compañero Emilio de club maratón Badajoz y hacer allí un entreno de calidad con vistas a la maratón de Badajoz que es el objetivo. Ya a media mañana me armo de valor lo negocio en casa y empiezo a preparar la furgoneta con la cama y decido irme a Sevilla. Me preparo en casa un poco de pasta para comer y a eso de las 18:30 o las 19:00 H me voy para la capital hispalense.

La idea era completar 30-32 km a un buen ritmo, aunque ya me empezaba a rondar por la cabeza él porqué no intentar acabarla a un ritmo inferior. Ya con el dorsal en la mano y habiendo saludado a los compis del club maratón Badajoz ,me tomo una pequeña porción de pasta con atún y busco un aparcamiento para dormir en la furgo. Me sitúo en el mismo paseo de las Delicias, Avenida dónde se daba la salida y la meta de la maratón y a unos 300-400 mtrs de ella fue donde pase la noche descansando bastante bien hasta las 6 de la mañana. A esa hora empiezo a sentir movimiento de  personas que ya van a preparar la carrera, voluntarios, Policía, pero ni aún así tenía yo el cosquilleo normal de antes de  cuando se va a correr una maratón entera, aunque me rondaba por la cabeza y cabía la posibilidad.

Tenía un dorsal con una numeración bastante alta y salida en el cajón de más de 4 horas y lo primero que hago es intentar meterme un poco más adelante para no perder mucho tiempo en la salida y correr con un grupo de corredores adecuado al ritmo que yo quería marcar, que era sobre 3:50 aproximadamente. La salida me encuentro con mi amigo Nacho, y me situaba con el en el cajón de 3 horas .

Se da la salida y desde el principio intento controlar muchísimo el ritmo 3:50 -3:55  que era el objetivo, tanto para entrenar como para intentar acabar la maratón siempre que no tuviera ninguna molestia ni nada por el estilo, ya que era muy probable por los pocos cuidados y los muchos entrenamientos de semana que llevé a cabo. En los primeros kilómetros todo me parecía rarísimo no asimilaba que estuviera corriendo una maratón, no asimilaba que la pudiera acabar, no asimilaba que no hubiera tenido la hidratación previa como de costumbre, no asimilaba que no hubiera tenido nervios días anteriores a la carrera, no asimilaba tantas cosas que hay que asimilar para enfrentarte a los 42 km, que me parecía un poco como una aventura nueva. Ante el gran nivel de la prueba éramos muchos los corredores que corríamos a esos ritmos y traía muy de cerca pegado detrás el globo de 2 horas 45 en el que pensaba que me podría meter, pero prefería ir un poco con menos gente, y así a un ritmo un pelín por encima. Empiezo a pasar parciales de 5 km y los ritmos medios van siendo 3:50. Iba súper cómodo, con algunas pequeñas sobrecargas en los soleos y cuádriceps,  normales de los entrenamientos exigentes de la semana con un último entrenamiento fuerte el jueves de algo más de 20 km con series a ritmo de maratón. En la primera parte del recorrido me era muy conocido ya que era el final de la anterior circuito, luego nos metemos por Triana y volvemos a salir al paseo de las Delicias en el kilómetro 12.
El paso por el kilómetro 10 lo hago en poco más de 38 minutos y seguimos como si tal cosa sin saber aún si acabaría la maratón o no, pero cada vez me encuentro más cómodo a ese ritmo y voy bastante sobrado pero nunca me fío de ese exceso de confianza en una maratón. Una vez encarado el paseo de las Delicias de nuevo por donde habíamos pasado en el inicio y llegado a torneo llevamos ya un grupo bastante definido de unos 8 o 10 corredores en el que el ritmo era 3:50 invariable. Hacemos bastantes kilómetros juntos muy cómodos y es a partir del 15 es  cuando decido ayudar al grupo y marcar el ritmo durante algunos kilómetros.  Tirando de ellos aún me encontraba más cómodo y me dejaba ir algunas veces ya que me envalentonaba y los ritmos salían un poco por encima de vez en cuando. Se acerca el paso de la media y en el kilómetro 20 se les une un compañero que les haría de liebre hasta el final de la carrera y se pone conmigo en cabeza. Pasamos la media maratón en 1 Hora 21 minutos 10 segundos ritmo óptimo de 3:50 de media. Me parece increíble lo comodísimo que voy y con los pocos preparativos de la semana que tuve para correr así, aunque pienso que si que llevo 7 semanas de entrenamientos bastante buenos en los que se que estoy asimilando bien y me da confianza. Llegado a ese punto no sé porqué y encontrándome tan cómodo empiezo a apretar los kilómetros y sacar una media de 3:45 o incluso algunos menos en los siguientes parciales. Un poco antes del kilómetro 30 me sitúo a la altura de mi amigo y compañero de Trujillo Paco Fernández Carrasco con el cual ya me había encontrado en algunas partes de la carrera.
Corremos algunos kilómetros juntos pero es cuando llegamos al Avenida de las Palmeras, pasando el campo del Betis cuando no sé si por mi ritmo un poco elevado o por qué,  se me queda un poco atrás y decidido seguir a mi ritmo solo para adelante. Empiezo a pensar la posibilidad de acabarla ya como una firme realidad, ya que sigo yendo estupendamente tanto de piernas como de respiración. Pronto llega una de las zonas más bonitas de la maratón y es el paso por la plaza de España entre el km 33 y 34. Al paso de tanto público y gente conocida, me empiezo a envalentonar de nuevo y vuelvo a aumentar el ritmo, cosa que no debía hacer en esos momentos y hago kilómetros muy cercanos a 3:35. Pasado esta zona y metidos en pleno centro de Sevilla, sobre el km 35, veo que aún aumentando el ritmo, que no se si iba a ser capaz,  y ya con la firme idea de acabar la maratón, no voy a conseguir bajar de 2 horas 40 porque tendría que correr bastante rápido lo que me faltaba, cosa que no veo ni posible ni adecuada, por lo que decido bajar un poco  el ritmo y acabar bien la maratón. A partir del kilómetro 35 me pongo en modo reserva a 4 minutos el kilómetro con la única idea de bajar el objetivo de esta temporada. Ya lo comenté en algunos años anteriores que ya mi objetivo en maratón es bajar de 2 horas y los minutos de mis años, es decir este año bajando de 2:43 me daba "con un canto en los dientes". Sé que eso en unos años será muy muy difícil y casi imposible pero mientras podamos, vamos a estar ahí.
Regulo el ritmo para conseguir ese objetivo y no acabar muy cascado. La maratón ya veía yo que se me iba a ir muy larga en distancia por el GPS, muy cercana a los 43 kilómetros por lo que sigo controlando más que por el ritmo, el tiempo que llevamos para conseguir esa marca. Pasamos por lugares mágicos de Sevilla: Alameda de Hércules, la Campana, la Giralda, los Reales Alcázares... sitios muy concurridos de público que me animan y me envalentono otra vez.  La llegada a meta era muy multitudinaria a diferencia del anterior recorrido y se agradece mucho tanto público en los kilómetros finales. Al final un crono de 2H42MIN40SEG me hace emocionarme sentirme maratoniano de nuevo, volver a pensar qué puedo correr a unos ritmos rápidos, para mí, de fácil manera en una maratón,  me emociono porque hace un año mi rodilla no aguantaba ni para correr detrás de Hugo y las expectativas eran muy malas, me emociono porque recuerdo todo el año y pico que me pase sin poder dar una zancada, me emociono por volver a ver a Filipides  y volverle a vencer una vez más. Pasado los avituayamientos finales y tomando la dirección a la furgoneta con la medalla colgada me emociono de nuevo, la miro me acuerdo de mi amigo Emilio que por circunstancias no pudo estar y esa medalla era suya, me emociono por todo el grupo de Valdigrejos que preparé para esta maratón  y que los iba a esperar para ver cumplir sus objetivos. El paseo hacia la furgoneta fue muy especial nunca lo olvidaré, iba muy contento y satisfecho de haber conseguido una marca que si la hubiera conseguido, en el objetivo de este año que era la maratón de Badajoz, igualmente habría estado contento, pero  esa marca, me la había ha encontrado aquí sin comerlo ni beberlo. Esto no quiere decir que en Badajoz tenga que estar por debajo de esa marca, pero sí sé que me quedan 5 semanas de entrenamientos duros, de más cuidados y más mimos y si Dios quiere voy a luchar por estar por debajo de esa marca y una vez más quedar contento y satisfecho.
Comí y me lavé un poco en la furgoneta y me fui a buscar a este grupo de entrenamiento tan maravilloso que llevo. Primero pasó Manuel luego Enrique y María, Raquel, Chusa y Marian y finalmente Isa, todos completaban los 42 km  y la mayoría de ellos por primera vez cosa que me emocionaba más aún y me hacía sentirme un poco más orgulloso y satisfecho. Tampoco me olvidaba de Alicia, que a pesar de ser baja de última hora estaba allí animando a todos, y se que tarde o temprano conseguirá acabar los 42km. También  recibíamos muchos ánimos todo el grupo de Cristina Emilio y Sandra en la distancia, y que sé que pronto tenemos retos que cumplir con ellos.

Como dice el refrán "no hay mal que por bien no venga" y después del gran disgusto del viernes, mi cabecita con esta ayuda se relajaba un poco se centraba y miraba las cosas de otra manera. Casi sin asimilar  el correr una maratón, el único objetivo ahora es sacar adelante el IV Trail Sierra de  María y Andrés para el 10 de marzo, sin descuidar los entrenamientos que nos faltan y acabar con el objetivo de la maratón de Badajoz.

lunes, 18 de febrero de 2019

Media Maratón de Barcelona 2019

Con esta Media Maratón de Barcelona, comienzo un nuevo reto en mi vida deportiva. Como ya explico en la pestaña de "MI RETO", voy a intentar participar en todas las medias maratones de todas las capitales de provincias de España.

En esta primera media maratón, me iba a Barcelona con el equipo de Valdigrejos, saliendo de Sevilla el sábado tempranito para aprovechar al máximo de esta manera la visita, fugaz pero intensa, a la cuidad condal. En Barcelona ya había corrido anteriormente dos veces la maratón y siempre me gustó y esta carrera sabía que tampoco me iba a defraudar.

Una vez con los dorsales en nuestro poder y alojados en el Hotel, fue un día de largos paseos, disfrutar de la ciudad, mucho comer, y sobre todo risas, muchas risas por el buen ambiente en el grupo.

Tras un largo día, me acostaba muy tempranito, y siendo así,  antes de las 6:30 ya estaba despierto para desayunar. Una porción del Pastel GatoSport de Overtim´s me era mas que suficiente para afrontar los 21kms, ya que me aporta todo lo necesario. Salimos pronto hacia la salida aunque la teníamos relativamente cerca del Hotel. Me ubicaba en el cajón de tiempos `por debajo de 1:20. Mi idea era salir con el globo de 1:15 pero desde la salida lo dejé un poco atrás y fui a lo mio. En una multitudinaria salida,  como es esta, con casi 20.000 participantes, sabía que no me quedaría solo. Antes de la salida me situaba junto a los corredores africanos élite, a los cuales admirábamos todos sus rasgos ad irados. Puntual se da la salida y aún corriendo por debajo de 3 20 cientos de corredores me adelantan en el primer km.

Ya con el ritmos de crucero pensado para la carrera de 3:30, me sitúo junto a Nacho Cáceres que le hacía de liebre a Marta Esteban. Me encontraba muy cómodo y me dejaba guiar por sus pautas para no acelerar. La media maratón cumplía sus expectativas como una carrera espectacular y era un disfrute total correr por las calles de Barcelona. El paso por el km 5 clavado a 3:30 con un parcial de 17:30, y corriendo muy fácil.

A partir de ahí Marta da muestras de problemas estomacales a las que Nacho lo comenta con ella y se quedan un poco. Yo sigo a lo mio solo en mi aventura, y en el paso por el km 10 lo vuelvo a pasar cercano a  ritmo de 3:30 de media, con un tiempo de 35:06. Ni en el primer avituallamiento ni en el segundo tomé agua. El día antes comimos de más, e iba lleno, y me sobraban reservas. Llevaba dos Geles Overstim´s, pero por el momento no tenía idea de tomarlos. Llegan calles de fácil correr y me sigo encontrando muy fuerte. En el km 13,5 nos adentramos en la Diagonal, avenida que ya conocía de la maratón. En este caso serían  1,5km en cada sentido, que lo llevé fenomenal se me hizo hasta corto. Allí tendríamos de nuevo un paso cronometrado, el km 15, y aunque sigo bajando 1 seg por km el ritmo medio, me veía bien y con posibilidades reales de bajar de 1:15.

Mis carreras, son un repaso matemático del sistema sexagesimal, y voy haciéndome siempre cuentas en mi cabeza de los ritmos medios, que llevo y  de los que tengo que hacer para llegar a la marca pretendida...y siendo así cuando te das cuenta estás en el kilómetro siguiente. 

A partir del km 16 me siento con un pequeño bajón físico y no logro mantener unos 10 minutos el ritmo y tengo una bajada de casi 6-7 segundos por km en esos 2 kilómetros y algo, lo que me hace esfumar un hipotético 1:13. Eso me hace relajarme un poco, ya que manteniendo  ese ritmo en los últimos 3-4 kms tengo en la mano un sub 1:15.

Los dos últimos kilómetros, vuelven a tener un fácil correr pero ya no miro el reloj por que se que voy a estar entre 1:14/1:15, y así es, un crono final de 1:14:23 en meta. MUY CONTENTO, y no por la marca en si, si no por volver a poder disfrutar corriendo a esos ritmos en asfalto después de las lesiones.


Ahora a seguir entrenando para el objetivo que lo estamos haciendo: Maratón de Badajoz

miércoles, 13 de febrero de 2019

Competiciones Enero 2019

La primera que no se esperaba en el nuevo año era los 10 km de Pueblonuevo. Nunca había asistido a esta carrera y tenía ganas de probarme después de las Navidades y de 3 semanas sin competir pero con buenos entrenamientos. Me costó mucho durante la segunda mitad de la carrera, pero al final 34:11 me confirmaban que voy por el buen camino. Al final quinto de la general y 1 Cat vetB acabando el día  con 10 km más a 4min/km para completar el entrenamiento con vista a la maratón.

La siguiente semana me acerqué con los amigos de Club Maratón Badajoz a la media Maratón de los Barruecos. Dos vueltas durillas y con mucho aire. Una vez más me vine abajo en la segunda mitad. Un crono de 1:17 me dejaba satisfecho y con ganas de más en la siguiente. Repetía el quinto puesto de la general de la semana anterior y segundo en Cat. Completé con 7 km más el resto del entrenamiento y acabando el día de la mejor manera posible con los amigos del club maratón Badajoz.

La última del mes de enero era la vuelta al Baluarte en Badajoz. Carrera de 7,1 km que me sacaría de punto . Salida en el grupo de cabeza a 3:15, pero pronto hicimos un segundo grupo que fuimos juntos hasta el km5 donde me decidí a arriesgar y apretar un poco. Esta vez sí ne encontré con fuerzas y completé los últimos kilómetros bien, quedando 9 general y 2 cat vetB. con un crono de 23:49. Esto me sirve para seguir con confianza y garantía de que vamos por el buen camino y encarar febrero con más ganas. 

Comienzo de la segunda parte de la temporada con objetivo maratón

Después de la media maratón de Jarandilla, a finales de noviembre, tenía decidido parar un par de semanas o tres, y así lo hice. Comencé esta segunda parte de la temporada en el puente de la Pura con  entrenos muy suaves y con algunos cambios de ritmo para ir cogiendo la forma. A las 2 semanas estaba apuntado a participar por primera vez en el 10km de Guadiana el guadiaton en su octava  edición.

Entre que los entrenamientos no habían sido muy fuertes , y encima han sido pocos, me presentaba a la carrera con idea de hacer un registro decente para el estado de forma.

Todo el mundo hablaba de una carrera muy rápida, y de 10 km bastante llanos y ya en la salida se demostró, ya que salió a un ritmo espectacular todo el mundo. Yo muy cauto intenté empezar no más un rápido de 3 30 minutos el kilómetro ya que me habían comentado que desde el kilómetro 3 tendríamos un poco de aire en contra hasta el kilómetro 7 aproximadamente. Me junté con los amigos de la Parra Antonio y Juan Jesús y un par de ellos más de Badajoz. En esta ocasión mi estado de forma no daba para marcar el ritmo y tuve que ir chupando rueda, como vulgarmente se dice, para poder llevar un ritmo adecuado. Los kilómetros iban pasando e iba bastante cómodo a una media de poco más de 3:30 minutos el kilómetro. Llegado el kilómetro 7 y con un cambio de sentido de dirección, la carrera se ponía aún más favorable, ya que no llevábamos aire y empezamos a hacer km un poco más ligero. En ese momento tenía ya casi la seguridad por los kilómetros pasados que bajaría de 36 minutos algo impensable antes de empezar la carrera. Los últimos kilómetros fue una disputa entre Juan Jesús y Cabrera de alburquerque que entraron 3 segundos delante mía. Al final un crono de 35:19 con el cual me quedé más que satisfecho para los entrenos que llevaba.

Este estado de forma que me he encontrado después del descanso me anima, ya que pienso que todavía hay margen de mejora. La próxima parada será en los 10 km de Pueblonuevo dónde nos volveremos a probar con la distancia y a partir de ahí a sumar kilómetros con el objetivo de la maratón de Badajoz en marzo.