sábado, 28 de mayo de 2011

6ª Etapa Rich Merzoug / 17,5 km


AL FINAL, CON GANAS DE MAS

La última noche en la haima fue alegre, con risas y bromas ya que veíamos el final de la prueba. Como toda carrera de larga distancia que se precie, los principios son duros y siempre deseando que se acabe cuanto antes, pero llegado a este punto, te da pena de que se acabe, y a pesar del cansancio, desearía seguir corriendo unos cuantos días mas, y mucho mas en mi caso ya que fui remontando y día a día me iba encontrando mejor por muchas circunstancias.
En la salida estábamos todos eufóricos, ya en la mochila apenas sin peso (yo aun llevaba casi 7kg). Nada mas darse la salida, se empezó a correr, y mucho. Era un trazado con perfil fácil, pero con mal firme como cada día, muchas piedras y mucha arena. Este día ya no importaba nada, ni algunas ampollas que tenia, ni los dolores de las piernas después de la kilometrada que llevaban, ni nada de nada, a correr todo lo posible. Salí en el grupo de cabeza, entre los 20-30 primeros, corría cómodo y suelto dentro de lo que cabe después de cómo iban las piernas. Al paso del primer control en el Km. 9, tomé poco agua para no coger peso y hacia delante, una pequeña subida algo de arena y enseguida nos adentramos en el poblado donde se acababa esta prueba. Ahí tuve un bajón, empecé a pensar que se acababa mi aventura, después de tantas horas de dedicación para realizar mi sueño, este llegaba a su fin. Fue ahí donde me pare un poco ya que me estaba emocionando de pensar tantos momentos especiales tantos en la carrera como en su preparación. En este lugar había muchos nenes que te acompañaban corriendo. Los últimos 2 Km. fueron por asfalto, los únicos de toda la prueba, y ahí ya di todo lo que tenia. La meta fue diferente a las demás etapas, ya que se veía, y estaba cerca. Llegue muerto y casi sin poder dar ya ni paso y pensando ir a esa web-cam para saludar a todos por ultima vez. Allí estaba Patrick el que nos colgaba a cada uno la medalla. Fueron momentos muy emocionantes.
Una vez acabado nos dieron una bolsa con un PIC-nic y 3 horas de bus hasta Ourzazate, ciudad donde nos alojaríamos en un hotel los últimos dos días. La habitación la compartía con Iván, el cual llegaría un poco mas tarde. Me bañé, me afeité, comí y unas copas con los compis. La cena fue impresionante, o por lo menos eso nos parecía a nosotros después de comer once días liofilizados.
Después de dos días, volvíamos a Madrid y al día siguiente llegaba yo a casa, con un recibimiento intimo y familiar.

1 comentario:

  1. Menuda experiencia Paco, ya nos contarás más cosas cuando nos veamos en tu pueblo este verano. Un abrazo y hasta la vista.

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