Una vez pasada la maratón de Badajoz, y con cuatro
semanas de parón obligado por la rotura fibrilar, tocaba empezar a preparar
desde cero la Asics Maratón de Estocolmo. El estado de forma lo había perdido
completamente y después de esas 4 semanas, más en los 10 días previos a la
maratón que también estuve sin entrenar, empecé como aquel que dice caminando y
corriendo media hora con muchas molestias aún en los isquiotibiales de la
pierna izquierda.
La progresión de los entrenamientos era demasiado
ascendente, cosa que debía de ser así si quería llegar medianamente bien y con
garantías de completar la Asics Maratón de Estocolmo. A primeros de mayo y, a 4 semanas vista para la
maratón, estaba inscrito a la media maratón de Puebla de la Calzada, en la cual
a partir del kilómetro 16, la tuve que hacer a un ritmo casi andando porque me
dio otro pinchazo en la misma pierna. Esta vez no fue rotura pero si quedó otra
vez bastante dañado el músculo y casi que tuve que parar y empezar de
nuevo. A las 2 semanas, en el cross de la batalla de La
Albuera, no fue pinchazo pero sí una molestia continua en el músculo del
plexo nervioso que no me dejaba correr con normalidad; igualmente hice
una carrera mediocre sin forzar más de la cuenta y desde ahí, eran dos las
semanas que quedaban para la Maratón y con muy poco margen de poder
entrenar medianamente para el objetivo que no era otro que la de acabar la
maratón.
Fueron apenas 300 km los que realicé en estas seis
semanas de entrenamiento. Algo muy "ridículo" partiendo de lo que se
necesita para la preparación de una maratón, y con el hándicap de que la
pierna no estaba al 100%. Los problemas de la espalda de la L5-S1 se reflejan
en la pierna y la tensión era continua y no me dejaba correr bien.
La Asics maratón de Estocolmo se celebraba el día 1 de
junio, sábado al mediodía. Ni me la había preparado físicamente, ni
mentalmente, ni "alimenticiamente"; era un desastre total, pero aún
así tenía confianza de acabarla. Apenas me hidraté el día previo, apenas
comí como me gusta los días anteriores, apenas me cuidé como me gusta, pero
tenía confianza en acabarla cuya única manera era ir a un ritmo muy por
debajo de mis posibilidades, un ritmo que fuera cómodo, pero sin alargar
demasiado el tiempo final para no darle un excesivo desgaste al músculo y poder
tener problemas musculares.
Desde el jueves que cogí el dorsal, me empezó a
parecer una maratón espectacular, tanto por ambiente, como participantes, como
por organización, como por todo... Esta era mi décima participación en
una Maratón Internacional y a pesar de no ir preparado como quisiera, estaba
súper ilusionado y con muchas ganas de comenzar la carrera. Los 2 días previos
a la carrera, visité la ciudad, y superó mis expectativas depositadas en lo
espectacular que era Estocolmo. Me encantó y mi ilusión creció por
participar y recorrer esas avenidas anchas e interminables, mirar esos
edificios preciosos dando zancadas y poder disfrutar haciendo una de las cosas
que más me gustan por lugares emblemáticos.

Se da la salida y voy mirando el suelo como el que va
buscando dinero, para no pegar ningún traspié como en Badajoz y echar a
perder la carrera. Voy despacio y me empiezan a adelantar muchísimos
corredores, pero no me importa, hago los primeros kilómetros bastante cómodos
en torno a 4:15 4:20 la media. Ya en los primeros 5 km(puesto 475) se
cumplieron las expectativas de que iba a ser una carrera espectacular, especial
y muy emocionante. Una vez más corría con mi camiseta JOMA de España, ya que me
aumenta mucho la adrenalina esos ánimos que te dan los españoles que visitan
ese país y los extranjeros, que al identificarte con un país alegre y
divertido, también te animan más con el típico "Viva Espana". Es algo
que recomiendo a todo español que haga una carrera internacional.
A partir del kilómetro 5 empiezo a coger un ritmo
aproximadamente de 4 minutos el kilómetro empiezo a adelantar corredores sigo
muy cómodo, pero el ritmo aumenta sin darme cuenta y me tengo que controlar
muchísimas veces para no ponerme a correr a 3:40/3:45 ya que creo que no
aguantaría ese ritmo toda la carrera. Empezamos a pasar por lugares emblemáticos,
zonas con mucha animación de público enfurecido animando sin parar... Me
lo estoy pasando pipa corriendo por una ciudad que me ha impresionado. Llegado
al kilómetro 10 (puesto 323) lo paso un poco más de 41 minutos y voy muy cómodo
y nada de molestias, algo que me parecía sorprendente.
Mi ritmo sigue constante, en torno a 4 minutos el
kilómetro y sigo adelantando montones de corredores ( km 15 puesto 287) que me
van dando ese aliciente de ir superándolos poquito a poco. La media maratón
(puesto 246) la hacemos en la isla de Djurgárden al lado de Skansen, parque y
museo al aire libre que habíamos visitado el día antes que me encantó, 1H26MIN
es el registro. A partir de ahí volvemos a adentrarnos en el corazón de la
ciudad,zona que me ha enamorado por sus vistas, por sus edificios, por sus acogedores
y entrañables rincones que tiene esta preciosa ciudad. A partir de ahí nos
desplazamos a la isla de Sodermalm donde recorremos unos 10 km desde el km 25
al 35 y nos meten algunas cuestecillas en las que el ritmo baja
considerablemente y hago parciales un poco más lento, en torno a 4:30 y
en las que incluso algunos corredores se ponían a andarlas (desnivel positivo
final +380mtrs). Después de cruzar un puente sobre el km 35(puesto 193), sigo a
un ritmo constante y ni me lo creo.
En la parte final, de nuevo volvemos
al corazón de la ciudad, que a pesar de ser el tercer paso por esta zona, se
hacía muy ameno y divertido por la animación de la organización allí dispuesta
y por la masiva presencia de público que con su ánimo y su aliento era más llevadero
en esta parte final, todo para llegar al estadio olímpico. La parte final fue emocionante ya me veía acabando la
maratón y estaba muy contento por poder lograrla, aunque los 3-4 kms finales
salió a relucir la falta de entrenamientos y me costaron bastante. Ya dentro
del estadio y en la contra recta de meta, saltan las alarmas justo pasar el
kilómetro 42 tengo un calambre en los isquiotibiales que me hacen parar y tener
que estirar para poder seguir, pero la sonrisa ya no me lo quitaba nadie, por que
aunque fuera a pata coja sabía que ya lo iba a acabar. Apreté la parte alta del
muslo con el dedo y pude correr hasta que lo solté para entrar como en los
brazos en alto como se merece una maratón de esta envergadura.
Un registro de 2H55MIN46SEG(puesto 195) algo que
hubiera firmado hasta el día antes en la prueba por inseguridad y la poca
confianza que tenía del aguante muscular.
Con esto acabo la temporada. Ahora toca recuperar
regenerar descansar.... ilusionarnos si aún cabe más con Valencia, una nueva
maratón nos espera vamos a por ella.